En la hermosa mañana del sábado 12 de abril, en preparación a la Semana Santa, los fieles se reunieron en la Parroquia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en Aguadilla para participar del Retiro: “Esperar contra toda esperanza”. Este fue dirigido por Fray Aníbal Rosario, OFM, Cap. Fue de fortalecimiento en nuestro continuo aprendizaje a través de las enseñanzas contenidas en las Sagradas Escrituras y el Diario de Santa Faustina. El retiro comenzó con el rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia seguido con las hermosas melodías del Sr. Bienvenido Crespo, que nos acompañó a lo largo del Retiro y culminando con la adoración Eucarística.
Fray Aníbal comenzó con su primera enseñanza titulada: “Esperanza y Misericordia desde la Palabra de Dios”. Nos explicó la importancia de defender la verdad de la fe en la Iglesia, adentro y afuera, cumplir con los mandamientos de la Iglesia, los cuales, nos llevan a ser verdaderamente misericordiosos. La Misericordia nos impulsa a decirle al pecador su realidad y ayudarlo a reconciliarse con Dios. Jesús es la puerta que entran las ovejas y la Virgen María nos muestra esa puerta. Es así porque en sus entrañas tuvo la Misericordia encarnada manifestada en el “Magníficat”. María, como su prima Isabel, su esposo Zacarías, el anciano Simeón y el cobrador de impuestos, Mateo, y otros, fueron instrumentos en las Sagradas Escrituras para que llegase la Misericordia. Por tanto, tú puedes ser el instrumento para que llegue la Misericordia y transforme el corazón de un ser querido y a tu prójimo. Nos recordó que estamos apegados a la esperanza terrenal y no tenemos esperanza en las Sagradas Escrituras ni en el cielo.
La charla intermedia fue ofrecida por el Sr. Hernán Méndez titulada: ”El resentimiento agrieta la esperanza y la confianza total”. Nos recordó las dificultades que tuvo Santa Faustina a lo largo de su vida en el Convento, su sumisión a Jesús para cumplir con lo que Jesús le pedía. En nuestra actualidad hay resentimientos, ira, enojos y otros que se alargan y entra el enemigo. Es necesario y urgente buscar un confesor y director espiritual para que nos ayude a volver a esperar y confiar. Es momento de pedir perdón, confesarte y liberarte. Nos recordó las palabras de Yahveh: “No te vengarás, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Para terminar su charla nos compartió su testimonio y cómo el mensaje y la devoción a la Divina Misericordia le ayudó a sanarse y liberarse, dejando atrás el resentimiento para volver a la esperanza y la confianza total.
El Retiro continuó con la segunda enseñanza de Fray Aníbal titulada, “La esperanza como única esperanza del mundo”. Nos explicó que las Sagradas Escrituras están llenas de esperanza y misericordia, pero, la vida desenfrenada en el mundo lleva a heridas y adicciones que limitan la paz y no nos dejan vivir de esperanza y confianza. Nos presentó diversos ejemplos de las Sagradas Escrituras unidos a las enseñanzas en el Diario de Santa Faustina, que nos llenan de esperanza. Uno de ellos: la mujer adúltera. Vemos como Jesús fue misericordioso con ella, donde ella NO esperaba su liberación. Dios NO nos llama a levantar piedras, sino a inclinarnos, hacer silencio y obrar misericordiosamente. Así dice Faustina: “aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el alma confíe en el Señor y ponga su esperanza en Su Misericordia”.
Otra enseñanza fue la del ciego Bartimeo. A este le dijeron que Jesús pasaba y comenzó a gritar y gritar fuerte. Jesús lo curó. Nos enseña que NO podemos permitir que nos callen en el anuncio mesiánico. Faustina escribió: “Jesús, Vida Eterna, fortalece mis fuerzas débiles, sin Ti mis esfuerzos no valen nada”. Otro ejemplo fue el de Dimas, el ladrón crucificado al lado de Jesús. Este viendo los insultos e injusticia a Jesús pudo ver la Pasión de Jesús y dijo: “Este no ha hecho nada” y “Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino”. Estas dos manifestaciones calaron en el corazón de Jesús misericordioso y le dijo: “Hoy estarás en el paraíso”. Dimas vio, creyó y vive en el cielo. Fray Aníbal antes de terminar su enseñanza nos dijo: “Así como Dimas vio a Jesús en el centro, nosotros debemos ver a Jesús en el centro, ver a Jesús Eucaristía. ¿Y tú qué esperas? Confía en Jesucristo que nos dice: Hoy estarás conmigo en el cielo”. Para terminar con el Retiro tuvimos la Exposición del Santísimo y la bendición final.